5 Poned la mesa, observad desde la atalaya, comed, bebed; levantaos, príncipes, ungid el escudo.
6 Porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela que haga saber lo que viere.
7 Y vio carros de par de jinetes, carros de asno, y carros de camello. Luego miró más atentamente,
8 y gritó: ¡Un león! Mi señor, sobre la atalaya estoy yo continuamente de día, y paso las noches enteras sobre mi guarda:
9 Y he aquí que viene carro de hombres, con un par de jinetes. Después habló, y dijo: ¡Ha caído, ha caído Babilonia! Y todas las imágenes de sus dioses quebró en tierra.
10 Trilla mía, y fruto de mi era; os he dicho lo que oí de Jehová de los ejércitos, Dios de Israel.
11 Carga de Duma. Me dan voces desde Seir, diciendo: Guarda, ¿qué de la noche? Guarda, ¿qué de la noche?