23 ¿Podrá el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? Entonces también vosotros podéis hacer bien, estando habituados a hacer mal.
24 Por tanto, yo los esparciré, como tamo que pasa, al viento del desierto.
25 Ésta es tu suerte, la porción de tus medidas de parte mía, dice Jehová; porque te olvidaste de mí, y confiaste en la mentira.
26 Yo pues descubriré también tus faldas delante de tu cara, y se manifestará tu ignominia.
27 Tus adulterios, tus relinchos, la maldad de tu fornicación sobre los collados; en el mismo campo vi tus abominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalén! ¿No habrás de ser limpia? ¿Hasta cuándo será?