4 Y envió Jehová a vosotros todos sus siervos los profetas, madrugando y enviándolos; mas no oísteis, ni inclinasteis vuestro oído para escuchar
5 cuando decían: Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y morad en la tierra que os dio Jehová, a vosotros y a vuestros padres para siempre;
6 Y no vayáis en pos de dioses ajenos, sirviéndoles y adorándoles, ni me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos; y no os haré mal.
7 Pero no me habéis oído, dice Jehová, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos para mal vuestro.
8 Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras,
9 he aquí yo enviaré y tomaré todas las familias del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra, y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por espanto, y por escarnio, y por perpetua desolación.
10 Y haré que perezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, el ruido de piedras de molino y la luz de la lámpara.