7 Pues por cuanto confiaste en tus haciendas, en tus tesoros, tú también serás tomada: y Quemos saldrá en cautiverio, los sacerdotes y sus príncipes juntamente.
8 Y vendrá destruidor a cada una de las ciudades, y ninguna ciudad escapará: se arruinará también el valle, y será destruida la llanura, como ha dicho Jehová.
9 Dad alas a Moab, para que volando se vaya; pues serán desiertas sus ciudades hasta no quedar en ellas morador.
10 Maldito el que hiciere engañosamente la obra de Jehová, y maldito el que detuviere su espada de la sangre.
11 Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre sus rescoldos ha estado él reposado, y no fue trasegado de vaso en vaso, ni nunca fue en cautiverio; por tanto quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado.
12 Por eso, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que yo le enviaré trasportadores que lo harán trasportar; y vaciarán sus vasos, y romperán sus odres.
13 Y se avergonzará Moab de Quemos, a la manera que la casa de Israel se avergonzó de Betel, su confianza.