19 Fuera como si nunca hubiera existido, llevado del vientre a la sepultura.
20 ¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me conforte un poco.
21 Antes que vaya para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;
22 Tierra de oscuridad, lóbrega como sombra de muerte, sin orden, donde la luz es como la oscuridad misma.