1 El hombre nacido de mujer, corto de días, y harto de sinsabores.
2 Que sale como una flor y es cortado; y huye como la sombra, y no permanece.
3 ¿Y sobre éste abres tus ojos, y me traes a juicio contigo?
4 ¿Quién podrá sacar algo limpio de lo inmundo? Nadie.
5 Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti: Tú le pusiste límites, los cuales no pasará.
6 Apártate de él, y que descanse hasta que, cual jornalero, haya cumplido su día.
7 Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán.