19 Todos mis amigos íntimos me aborrecieron; y los que yo amaba, se volvieron contra mí.
20 Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; y he escapado con sólo la piel de mis dientes.
21 Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí, porque la mano de Dios me ha tocado.
22 ¿Por qué me perseguís como Dios, y no os hartáis de mi carne?
23 ¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro!
24 ¡Que con cincel de hierro y con plomo fuesen en piedra esculpidas para siempre!
25 Yo sé que mi Redentor vive, y en el día final se levantará sobre la tierra;