1 Ahora, pues, da voces, si habrá quien te responda; ¿Y a cuál de los santos te volverás?
2 Es cierto que al necio lo mata la ira, y al codicioso lo consume la envidia.
3 Yo he visto al necio que echaba raíces, y en la misma hora maldije su habitación.
4 Sus hijos están lejos de la seguridad, en la puerta son quebrantados, y no hay quien los libre.