18 y lo visites todas las mañanas, y a cada momento lo pruebes?
19 ¿Hasta cuándo no te apartarás de mí, y no me soltarás ni siquiera para que trague mi saliva?
20 Pequé, ¿qué te hago yo, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto como blanco tuyo, de modo que soy una carga para mí mismo?
21 ¿Y por qué no perdonas mi rebelión, y quitas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, y si me buscares de mañana, ya no estaré.