27 Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí esta piedra nos servirá de testigo, porque ella ha oído todas las palabras de Jehová que Él nos ha hablado; será, pues, testigo contra vosotros, para que no mintáis contra vuestro Dios.
28 Y envió Josué al pueblo, cada uno a su heredad.
29 Y después de estas cosas murió Josué, hijo de Nun, siervo de Jehová siendo de ciento diez años.
30 Y lo enterraron en el término de su posesión en Timnat-sera, que está en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas.
31 Y sirvió Israel a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que vivieron después de Josué, y que sabían todas las obras de Jehová, que había hecho por Israel.
32 Y enterraron en Siquem los huesos de José que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien piezas de plata; y fue en posesión a los hijos de José.
33 También murió Eleazar, hijo de Aarón; al cual enterraron en el collado de Finees su hijo, que le fue dado en el monte de Efraín.