1 Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si estrechaste tu mano por el extraño,
2 enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca.
3 Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
4 No des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento.