6 No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en condenación del diablo.
7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
8 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no amadores de ganancias deshonestas;
9 que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia.
10 Y éstos también sean primero puestos a prueba; y luego ejerzan el diaconado, si fueren irreprensibles.
11 Sus esposas asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
12 Los diáconos sean maridos de una sola esposa, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.