2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.
3 Porque de su voluntad han dado conforme a sus fuerzas, yo testifico, y aun más allá de sus fuerzas;
4 pidiéndonos con muchos ruegos que aceptásemos la ofrenda y la comunicación del servicio para los santos.
5 Y esto hicieron, no como lo esperábamos, sino que primero se dieron a sí mismos al Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios.
6 De manera que exhortamos a Tito, que como comenzó, así también acabe esta gracia entre vosotros también.
7 Por tanto, como en todo abundáis, en fe, y en palabra, y en ciencia, y en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, mirad que también abundéis en esta gracia.
8 No hablo como quien manda, sino por causa de la diligencia de otros, y para probar la sinceridad de vuestro amor.