3 Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de la verdad que está en ti, y de cómo tú andas en la verdad.
4 No tengo mayor gozo que el oír que mis hijos andan en la verdad.
5 Amado, fielmente haces todo lo que haces para con los hermanos, y con los extranjeros,
6 los cuales han dado testimonio de tu amor en presencia de la iglesia; a los cuales si encaminares en su jornada como es digno según Dios, harás bien.
7 Porque ellos partieron por amor a su nombre, no tomando nada de los gentiles.
8 Nosotros, pues, debemos recibir a los tales, para que seamos cooperadores con la verdad.
9 Yo he escrito a la iglesia; mas Diótrefes, que ama tener la preeminencia entre ellos, no nos recibe.