17 Y vino, y predicó la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;
18 porque por medio de Él ambos tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y de la familia de Dios;
20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;
22 en quien también vosotros sois juntamente edificados, para morada de Dios en el Espíritu.