1 Sed, pues, seguidores de Dios como hijos amados;
2 y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros a Dios, ofrenda y sacrificio de dulce fragancia.
3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros como conviene a santos;
4 ni palabras obscenas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias.
5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.