19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
20 querría estar ahora presente con vosotros y mudar mi voz; porque estoy perplejo de vosotros.
21 Decidme, los que queréis estar bajo la ley; ¿no habéis oído la ley?
22 Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la sierva, y otro de la libre.
23 Pero el de la sierva nació según la carne; mas el de la libre lo fue por la promesa.
24 Lo cual es una alegoría; porque éstos son los dos pactos; el uno del monte Sinaí, el cual engendra para servidumbre; el cual es Agar.
25 Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, que corresponde a la que ahora es Jerusalén, y está en servidumbre con sus hijos.