6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios.
7 Y ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.
8 Mas al Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por siempre jamás: Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad; Por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.
10 Y: Tú, Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos:
11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura;
12 y como un manto los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.