23 Y será, que toda alma que no oyere a aquel Profeta, será desarraigada del pueblo.
24 Sí, y todos los profetas desde Samuel y en adelante, cuantos han hablado, también han predicho estos días.
25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo resucitado a su Hijo Jesús, le envió para que os bendijese, al convertirse cada uno de su maldad.