9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era sábado aquel día.
10 Entonces los judíos decían a aquel que había sido sanado: Sábado es; no te es lícito llevar tu lecho.
11 Él les respondió: El que me sanó, Él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.
12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?
13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese; porque Jesús se había apartado de la multitud que estaba en aquel lugar.
14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, no sea que te venga alguna cosa peor.
15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.