32 Los fariseos oyeron al pueblo que murmuraba de Él estas cosas; y los príncipes de los sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen.
33 Entonces Jesús les dijo: Aún un poco de tiempo estoy con vosotros, y luego voy al que me envió.
34 Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estaré, vosotros no podréis venir.
35 Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿A dónde se ha de ir Éste que no le hallemos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos?
36 ¿Qué palabra es ésta que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir?
37 En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó su voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.