45 Pero si aquel siervo dice en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comienza a golpear a los siervos y a las criadas, y a comer y beber y a embriagarse;
46 vendrá el señor de aquel siervo el día que no lo espera, y a la hora que no sabe, y le apartará, y pondrá su parte con los incrédulos.
47 Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor y no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
48 Pero el que sin saberla, hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque al que mucho le es dado, mucho le será demandado; y al que encomendaron mucho, más le será pedido.
49 Fuego vine a meter en la tierra; ¿y qué quiero, si ya está encendido?
50 Pero de un bautismo me es necesario ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!
51 ¿Pensáis que he venido a la tierra para dar paz? Os digo: No, sino disensión.