31 Y la tomó el tercero; asimismo también los siete; y murieron sin dejar descendencia.
32 Y a la postre de todos murió también la mujer.
33 En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será esposa? porque los siete la tuvieron por esposa.
34 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este mundo se casan, y se dan en casamiento;
35 pero los que fueren tenidos por dignos de aquel mundo y la resurrección de los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.
36 Porque no pueden morir ya más; pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.
37 Y que los muertos hayan de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor: Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob.