37 y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
38 Y había también sobre Él un título escrito con letras griegas, y latinas, y hebreas: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.
39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.
40 Y respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿No temes tú a Dios, aun estando en la misma condenación?
41 Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas Éste ningún mal hizo.
42 Y dijo a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso.