2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, a la salida del sol, vinieron al sepulcro.
3 Y decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la puerta del sepulcro?
4 Y cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande.
5 Y entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.
6 Y él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús el Nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; he aquí el lugar en donde le pusieron.
7 Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro, que Él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.
8 Y ellas se fueron aprisa, huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.