1 Hermanos míos, no tengáis la fe de nuestro glorioso Señor Jesucristo, en acepción de personas.
2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro, con ropa fina, y también entra un pobre vestido en harapos,
3 y miráis con agrado al que trae ropa fina, y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y dijeres al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;
4 ¿no sois parciales en vosotros mismos, y venís a ser jueces de malos pensamientos?