11 a los cuales es preciso tapar la boca, que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.
12 Aun uno de ellos; su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.
13 Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe,
14 no atendiendo a fábulas judaicas, y a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
15 Todas las cosas son puras para los puros; mas para los corrompidos e incrédulos nada es puro; pues aun su mente y su conciencia están corrompidas.
16 Profesan conocer a Dios, mas con sus hechos lo niegan; siendo abominables y rebeldes, y reprobados para toda buena obra.