18 Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante del SEÑOR, y adoraron al SEÑOR.
19 Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar al SEÑOR el Dios de Israel a grande y alta voz.
20 Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed al SEÑOR vuestro Dios, y seréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
21 Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen al SEÑOR, y alabasen en la hermosura de la santidad, mientras que salía la gente armada, y dijesen: Confesad al SEÑOR, porque su misericordia es para siempre.
22 Y cuando comenzaron con clamor y con alabanza, puso el SEÑOR a los hijos de Moab y los del monte de Seir para que asechasen a los hijos de Amón, que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros .
23 Y los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado a los del monte de Seir, cada cual ayudó a su compañero a matarse.
24 Y cuando vino Judá a la atalaya del desierto, miraron por la multitud; y helos aquí que estaban tendidos en tierra muertos, que ninguno había escapado.