2 Y dijo: el SEÑOR vino de Sinaí, y de Seir les esclareció; resplandeció del monte de Parán, y vino con diez mil santos; a su diestra la ley de fuego para ellos.
3 Aun amó los pueblos; todos sus santos están en tu mano; ellos también se unieron a tus pies; recibieron de tus dichos.
4 Ley nos mandó Moisés por heredad a la congregación de Jacob.
5 Y fue rey en Jesurún, cuando se congregaron las cabezas del pueblo, las tribus de Israel en uno.
6 Viva Rubén, y no muera; y sean sus varones en número.
7 Y esta bendición para Judá. Dijo así: Oye, oh SEÑOR, la voz de Judá, y llévalo a la tierra que le es prometida; sus manos le basten, y tú seas ayuda contra sus enemigos.
8 Y a Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim diste a tu buen varón, al cual probaste en Masah; y le hiciste reñir en las aguas de Meriba.