1 He aquí que para justicia reinará un rey; y príncipes presidirán para juicio.
2 Y será aquel Varón como escondedero contra el viento, y como acogida contra el turbión; como riberas de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
3 No se cegarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos .
4 Y el corazón de los tontos entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos será desenvuelta para hablar claramente.
5 El mezquino nunca más será llamado liberal, ni será dicho generoso el avariento.