10 ¡Ay del que dice al padre: ¿Por qué engendraste? Y a la mujer: ¿Por qué diste a luz?
11 Así dice el SEÑOR, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; inquiridme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.
12 Yo hice la tierra, y yo creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos, y a todo su ejército mandé.
13 Yo lo desperté en justicia, y todos sus caminos enderezaré. El edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos no por precio, ni por dones, dice el SEÑOR de los ejércitos.
14 Así dice el SEÑOR: El trabajo de Egipto, las mercaderías de Etiopía, y los sabeos hombres agigantados, se pasarán a ti, y serán tuyos; irán en pos de ti, pasarán con grillos; a ti harán reverencia, y a ti suplicarán: diciendo : Cierto, en ti está Dios, y no hay otro fuera de Dios.
15 Verdaderamente tú eres Dios, que te encubres; Dios de Israel, que salvas.
16 Se avergonzarán, y todos ellos se afrentarán; irán con vergüenza todos los fabricadores de imágenes.