5 Yo soy el SEÑOR, y ninguno más hay ; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste;
6 para que se sepa desde el nacimiento del sol, y desde donde se pone, que no hay más que yo. Yo soy el SEÑOR, y ninguno más que yo.
7 Que formo la luz, y creo las tinieblas; que hago la paz y que creo el mal. Yo soy el SEÑOR, que hago todo esto.
8 Desatad, cielos, de arriba, y las nubes derramarán la justicia; ábrase la tierra, y fructifíquense la salud y la justicia; háganse producir juntamente. Yo, el SEÑOR, lo he creado.
9 ¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡El tiesto, contra los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces? y tu obra: No tiene forma.
10 ¡Ay del que dice al padre: ¿Por qué engendraste? Y a la mujer: ¿Por qué diste a luz?
11 Así dice el SEÑOR, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; inquiridme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.