8 Como yo he visto que los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan.
9 Perecen por el aliento de Dios, y por el espíritu de su furor son consumidos.
10 El bramido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son arrancados.
11 El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son esparcidos.
12 El negocio también me era a mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello.
13 En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres,
14 me sobrevino un espanto y un temblor, que estremeció todos mis huesos.