1 Ciertamente tiempo determinado tiene el hombre sobre la tierra, y sus días son como los días del jornalero.
2 Como el siervo anhela la sombra, y como el jornalero espera el reposo de su trabajo,
3 así poseo yo los meses de vanidad, y las noches de trabajo me dieron por cuenta.
4 Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mido la noche, y estoy harto de devaneos hasta el alba.
5 Mi carne está vestida de gusanos, y de terrones de polvo; mi piel hendida y abominable.