12 ¿Soy yo un mar, o dragón, que me pongas guarda?
13 Cuando digo: Mi cama me consolará, mi cama atenuará mis quejas;
14 entonces me quebrantarás con sueños, y me turbarás con visiones.
15 Y mi alma tuvo por mejor el ahogamiento, y quiso la muerte más que a mis huesos.
16 Abominé la vida ; no quiero vivir para siempre; déjame, pues, que mis días son vanidad.
17 ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y que pongas sobre él tu corazón,
18 y lo visites todas las mañanas, y todos los momentos lo pruebes?