23 Y el asna vio al ángel del SEÑOR, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces Balaam azotó al asna para hacerla volver al camino.
24 Pero el ángel del SEÑOR se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro.
25 Y viendo el asna al ángel del SEÑOR, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla.
26 Y el ángel del SEÑOR volvió a pasar, y se puso en una angostura, donde no había camino para apartarse ni a diestra ni a siniestra.
27 Y viendo el asna al ángel del SEÑOR, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó, y azotó al asna con el palo.
28 Entonces el SEÑOR abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has herido estas tres veces?
29 Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Si tuviera espada en mi mano, ahora te mataría!