14 Porque él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.
15 El varón, como la hierba son sus días, florece como la flor del campo,
16 que pasó el viento por ella, y pereció; y su lugar no la conoce más.
17 Mas la misericordia del SEÑOR desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18 sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
19 El SEÑOR afirmó en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos.
20 Bendecid al SEÑOR sus ángeles valientes de fuerza, que efectúan su palabra escuchando la voz de su palabra.