4 que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es señor?
5 Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice el SEÑOR: Yo pondré en salvo al que el impío enlaza.
6 Las palabras del SEÑOR son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada siete veces.
7 Tú, SEÑOR, los guardarás; guárdalos para siempre de esta generación.
8 Cercando andan los malos, entre tanto los más viles de los hijos de los hombres son exaltados.