15 Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.
16 Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.
17 Contar puedo todos mis huesos; ellos miran, me consideran.
18 Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
19 Mas tú, SEÑOR, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.
20 Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida.
21 Sálvame de la boca del león, y de los cuernos de los unicornios líbrame.