9 Para ti reservaré su fortaleza; porque Dios es mi defensa.
10 El Dios de mi misericordia me encontará en el camino ; Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo .
11 No los matarás, para que mi pueblo no se olvide; hazlos vagar con tu fortaleza, y abátelos, oh SEÑOR, escudo nuestro,
12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; y sean presos por su soberbia, y cuenten con maldición y con debilidad.
13 Acábalos con furor, acábalos, y no sean; y sepan que Dios domina en Jacob hasta los fines de la tierra. (Selah).
14 Vuelvan pues a la tarde, y ladren como perros, y rodeen la ciudad.
15 Anden ellos errantes para hallar qué comer; y si no se saciaren, murmuren.