2 Sabéis que cuando erais gentiles, ibais, como erais llevados, a los ídolos mudos.
3 Por tanto os hago saber, que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
4 Pero hay repartimiento de dones; mas el mismo Espíritu es .
5 Y hay repartimiento de ministerios; mas el mismo Señor es .
6 Y hay repartimiento de operaciones; mas el mismo Dios es, quien obra todas las cosas en todos.
7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
8 Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;