2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?
3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?
4 Por tanto, si hubiereis de tener juicios de cosas de esta vida, poned por jueces a los más humildes que están en la Iglesia.
5 Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno que pueda juzgar entre sus hermanos?
6 Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio; y esto delante de los infieles.
7 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no soportáis antes la injuria? ¿Por qué no soportáis antes la calumnia?
8 Pero vosotros hacéis la injuria, y la calumnia, y esto a los hermanos.