50 Les dice Nicodemo (el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos):
51 ¿Nuestra ley juzga por ventura a hombre, si primero no oyere de él, y entendiere lo que ha hecho?
52 Respondieron y le dijeron: ¿No eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se levantó profeta.
53 Y se fue cada uno a su casa.