22 Y estando ellos comiendo, tomó Jesús pan, y bendiciendo, partió y les dio, y dijo: Tomad, comed, esto es mi cuerpo.
23 Y tomando el vaso, habiendo hecho gracias, les dio; y bebieron de él todos.
24 Y les dice: Esto es mi sangre del Nuevo Testamento, que por muchos es derramada.
25 De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo beberé nuevo en el Reino de Dios.
26 Y cuando hubieron cantado el himno, se salieron al Monte de las Olivas.
27 Jesús entonces les dice: Todos seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y serán derramadas las ovejas.
28 Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.