18 Las tribus de Rubén y Gad, y la media tribu de Manasés, tenían un total de cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta hombres capaces de ir a la guerra. Eran valientes y estaban bien entrenados para usar el escudo, la espada y el arco.
19-22 También eran hombres que confiaban en la ayuda de Dios. Por ejemplo, cuando pelearon contra los agarenos y contra Jetur, Nafís y Nodab, le pidieron ayuda a Dios, y él les dio la victoria. Así fue como mataron a muchos de los agarenos y de sus aliados; se llevaron a cien mil prisioneros; se apropiaron de cincuenta mil camellos, doscientas cincuenta mil ovejas y dos mil burros; además, se quedaron a vivir en la tierra de sus enemigos hasta que ellos mismos fueron llevados prisioneros a otras tierras.
23-24 Los descendientes de la media tribu de Manasés fueron:Éfer,Isí,Eliel,Azriel,Jeremías,Hodavías,Jahdiel.Todos estos fueron jefes de sus grupos familiares; eran soldados valientes y muy famosos. Sus familias eran tan numerosas que vivían en la región que se extiende desde Basán hasta Baal-hermón, Senir y el monte Hermón.
25 Sin embargo, abandonaron al Dios de Israel por adorar a los dioses de los pueblos que Dios había destruido.
26 Por eso el Dios de Israel envió a Tiglat-piléser, rey de Asiria, para que se llevara prisioneros a los de la tribu de Rubén y Gad, y a la media tribu de Manasés. Ésa es la razón por la que ellos continuaron viviendo en Halah, Habor, Hará y el río Gozán, hasta el momento en que esto se escribió.