1 Crónicas 9:22-23-34 TLAD

22-23 David y el profeta Samuel habían elegido a personas de confianza para vigilar la entrada del santuario. De los descendientes de esas personas se eligieron luego doscientos doce, para que cuidaran la entrada del templo de Dios. Estos guardianes fueron elegidos siguiendo su lista familiar, y de acuerdo a los lugares donde vivían.

24 El templo estaba vigilado por sus cuatro lados.

25-30 Cada siete días, los guardianes elegidos venían de sus pueblos para cumplir con su deber. Algunos de ellos eran responsables de cuidar los utensilios que se usaban en el culto, y les tocaba contarlos cuando se sacaban y cuando se guardaban. Otros estaban encargados de cuidar los demás utensilios sagrados, además de la harina fina, el vino, el aceite, el incienso y los perfumes, que eran preparados por algunos sacerdotes.Los cuatro guardianes principales eran de la tribu de Leví, y estaban todo el tiempo cuidando los cuartos y los tesoros del templo de Dios: de noche vigilaban sus alrededores, y por la mañana abrían sus puertas.

31 Matatías, el encargado de preparar los panes para las ofrendas diarias, era el hijo mayor de Salum el coreíta, y pertenecía a la tribu de Leví.

32 Los encargados de ordenar los panes que todos los sábados se ofrecían a Dios, eran de la tribu de Leví, y descendientes de Quehat.

33 Por último estaban los cantores, que eran de la tribu de Leví y jefes de sus grupos familiares. Ellos vivían en los cuartos del templo; sólo se dedicaban a cumplir con su trabajo, y no podían hacer otro tipo de labores.

34 Según una lista, todos estos servidores del templo eran descendientes de Leví, y jefes de familia que vivían en Jerusalén.