24 Después de matar a mucha gente y de hablar con orgullo de lo que había hecho, regresó a su tierra llevándose lo que se había robado.
25 En todo el país de Israella gente sufría mucho.
26 Los gobernadoresy los jefes del pueblolloraban a gritos.Las muchachas y los jóvenesandaban muy tristes,y las mujeres hermosasse quitaron sus adornos.
27 Los recién casadosentonaban canciones tristes.Las novias no salían de sus cuartos;parecían estar de luto.
28 Los israelitas sufrían muchoy se sentían muy humillados.
29 Después de dos años, el rey Antíoco envió a uno de sus ministros a cobrar los impuestos a las ciudades de Judea. Ese ministro llegó a Jerusalén acompañado de un ejército muy grande.
30 Al entrar en Jerusalén, este ministro quiso ganarse la confianza de los que vivían en la ciudad; por eso les habló con mucha amabilidad. Pero, cuando los israelitas menos lo esperaban, ese ministro y su ejército atacaron la ciudad y mataron a muchos de sus habitantes.