22 Cuando el rey Demetrio se enteró de lo que había sucedido, se enojó mucho, y dijo a su gente:
23 «Alejandro se nos adelantó, y consiguió la amistad y el apoyo de los judíos. ¿Cómo pudimos permitirlo?
24 Yo también les voy a escribir una carta ofreciéndoles mi amistad, altos honores y muchos regalos. Espero que así se hagan mis amigos y me apoyen en la guerra».
25 Entonces les envió el siguiente mensaje:«El rey Demetrio saluda al pueblo judío.
26 Me da mucho gusto saber que ustedes no se han unido a nuestros enemigos. Me agrada saber que han respetado los tratados que hicimos, y que siguen siendo nuestros amigos.
27 Ahora les pido que me sigan siendo fieles. Si me apoyan, yo les daré una buena recompensa:
28 quitaré algunos impuestos y les haré muchos regalos.