77 Cuando Apolonio se enteró de lo sucedido, preparó un inmenso ejército formado por tres mil soldados de caballería y muchísimos soldados de infantería. Con este ejército marchó hacia la ciudad de Azoto. Quería que todos pensaran que su ejército iba de paso, pero en realidad sus soldados se habían extendido por todo el valle. Apolonio había puesto demasiada confianza en sus soldados de caballería.
78 Jonatán los persiguió hasta Azoto. Allí los dos ejércitos se enfrentaron en una violenta batalla.
79 Muy atrás, a sus espaldas, Apolonio había dejado escondidos a diez mil soldados de caballería.
80 Pero Jonatán se dio cuenta de que le habían puesto una trampa y que lo iban a atacar por la espalda. Toda la caballería enemiga rodeó al ejército de Jonatán y lo atacó con flechas. La batalla se extendió desde la mañana hasta la tarde.
81 Sin embargo, siguiendo las órdenes de Jonatán, los soldados judíos resistieron valientemente, hasta que sus enemigos se cansaron de lanzar flechas.
82 Entonces Simón Macabeo les ordenó a sus soldados que atacaran a la infantería enemiga, y la derrotaron. Los enemigos salieron huyendo.
83 También los enemigos de caballería huyeron y fueron a esconderse en Azoto. Allí se metieron en el templo del dios Dagón, que era el dios de esa ciudad. Pensaron que eso los salvaría de morir.