81 Sin embargo, siguiendo las órdenes de Jonatán, los soldados judíos resistieron valientemente, hasta que sus enemigos se cansaron de lanzar flechas.
82 Entonces Simón Macabeo les ordenó a sus soldados que atacaran a la infantería enemiga, y la derrotaron. Los enemigos salieron huyendo.
83 También los enemigos de caballería huyeron y fueron a esconderse en Azoto. Allí se metieron en el templo del dios Dagón, que era el dios de esa ciudad. Pensaron que eso los salvaría de morir.
84 Pero Jonatán incendió el pueblo de Azoto y los pueblos vecinos, y se apoderó de sus riquezas. Luego prendió fuego al templo del dios Dagón, y todos los que allí se habían escondido murieron quemados.
85 Ese día murieron más de ocho mil enemigos; unos murieron quemados y otros cayeron en el campo de batalla.
86 Luego Jonatán se dirigió hacia Ascalón. Los habitantes de esa ciudad salieron a recibirlo y le rindieron honores.
87 De allí Jonatán y su gente partieron hacia Jerusalén, llevando muchas riquezas.